miércoles, 3 de octubre de 2012

LA PRACTICA DE LA PALABRA DE DIOS

                 Muchos de nuestros compañeros se sienten perdidos por causa de no saber como practicar las sagradas escrituras, no es por el mucho saber y la mucha lectura bíblica que uno como siervo va alcanzar el beneficio de la salvación, lo importante es ser una persona mas atenta a las predicas que uno recibe, lo que pasa muchas veces es que creemos o queremos ser perfectos, y de ello no depende nuestra salvación, por eso la practica de la palabra se define en tres acciones importantes: 
- Integridad y rectitud.
- Temor del Señor.
- Apartarse de mal.

               Integridad y rectitud:  Se basa en la conducta con respecto a nuestro entorno, nuestra vida con familiares y amigos debe ser de manera ejemplar, somos un testimonio fiel de la existencia de un Dios vivo, que ve toda obra realizada por nosotros, debemos de cuidar las almas que están perdidas y no ser piedra de tropiezo para aquellos, que un día pueden llegar a estar en la misma fe que nosotros, nuestro hablar, vestir y hasta caminar en la vida debe cambiar realmente esto demuestra que nuestro ser quiere lo mejor para nuestros semejantes, cuando caemos en las disputas de este mundo como: griterías  vituperios,mal carácter  ofensas por causa de otras creencias estamos creando un clima contrario a la fe, por eso nuestro hablar con nuestros semejantes debe ser Si o No. Siempre he tenido en cuenta esta creencia: " El que mucho habla, mucho peca". Es mejor manejar nuestra vida de una manera integra cuando no criticamos la vida de nadie, no quedamos hablando cosas que no edifican y lo que comienza en nuestra vida es un testimonio fiel de que el que reina en nuestra vida es el Señor Jesús y no nuestro peor enemigo nosotros mismos. Lea 2 de Corintios 3:6, Galatas 5, Efesios 4:25-32

                Temor del Señor:  Es el relacionamiento entre nosotros y Dios a través de nuestro carácter para con El, no somos de doble animo mantenemos nuestra fe viva en el Señor, no dejando que los malos pensamientos nos agobien, somos temerosos con respecto a lo hacemos delante de Dios, muchas veces encontramos personas que ven a los hombres de Dios como alguien mas y no es así si hay temor aquello por lo cual somos exhortamos lo tomamos como una bendición una mejora, cuando no hay temor una exhortación es tomada como una humillación física o personal y no es así  en todo momento cuando leemos la historia del Rey David en su comienzos el era incapaz de matar a Saul aunque tuvo oportunidad de eso, el pensaba en la unción que había sido derramada sobre el y que no quería ser un hombre maldecido por tocar un ungido de Dios.  Aunque Saul ya había sido echado fuera por su desobediencia el tenia temor de dañar a aquel que un día fue ungido por la gracia de Dios, y así debe ser hoy día  no podemos quedar en la carne de la critica, en la carne de la desobediencia obedezcamos a Dios por medio de nuestros pastores y El hará sobre nuestra vida la gran bendición de nuestra alma.  "  El Temor del Señor es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte"  Proverbios 14:27  Cuando se pierde el temor nuestra vida espiritual queda muerta y esto es peligroso, porque creemos que estamos vivos pero a la verdad estamos muertos.

                  Apartarse del mal:  Esto significa evitar, aquí entra mucho el carácter del hombre o la mujer de Dios, pues a diario se nos presentan situaciones para andar obedeciendo a los males y cuando uno es nacido uno se aparta de aquello que desagrada a Dios, recuerde que el Espíritu Santo avisa lo malo que podemos hacer, pero somos libres para tomar decisiones, El no le va a empujar para que no haga una mala acción  el espera por su decisión y allí es donde acontece apartarse del mal, uno no se deja guiar por otros, uno tiene personalidad espiritual, no acepta seguir caminando de una manera equivocada, cuide lo que Dios tiene preparado para usted  " La Salvación Eterna".  Con respecto a esto el Obispo  nos señala algo muy importante con una base bíblica " Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al numero de todos ellos.  Por que decía Job:  quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones.  De esta manera hacia todos los días."  Job 1:5 . En cuanto al desvió del mal, Job no participaba de los banquetes de sus hijos; cunado el diablo destruyo la casa en donde sus hijos estaban celebrando su fiesta, el no se encontraba allí, Ciertamente evitaba aquellas fiestas para no acabar pecando contra Dios. 

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